Los cuatro imperios
existentes antes del final del conflicto (Austria-Hungría,
Alemania, Turquía y Rusia) desaparecieron
con sus correspondientes casas reinantes, dando lugar
a repúblicas. La revolución
bolchevique, acaecida durante guerra, marcaría
un hito en la historia de la humanidad por ser la primera
que dio como resultado el nacimiento de un estado comunista,
que jugaría un papel determinante en la historia
del siglo XX.
El
fin del conflicto alteró el mapa europeo y colonial
Los antiguos imperios
Austro-Húngaro, Turco y Rusia
sufrieron grandes pérdidas territoriales, de donde
surgieron nuevos estados: Finlandia,
Estonia, Letonia, Lituania, Polonia, Yugoslavia, Checoslovaquia
y Hungría.
Alemania perdió Alsacia
y Lorena, que pasaron a manos francesas, así
como todos sus territorios ultramarinos.
Consecuencias ideológicas